El efecto Bandwagon

El Efecto Bandwagon es aquel que lleva a que las personas hagan algo porque creen que muchas otras lo van a hacer; por ejemplo, en política, votar al partido o candidatos que se dan como ganadores.

De forma más coloquial este efecto se conoce con otros nombres como: subirse al carro, efecto de la moda o efecto de arrastre.

Se define también como comportamiento gregario, particularmente cuando es aplicado a los adolescentes. Las personas tienden a seguir a la multitud sin examinar los méritos de una cosa en particular. El efecto Bandwagon es la razón del éxito del Argumentum ad populum.

El efecto Bandwagon está documentado en psicología conductual y tiene muchas aplicaciones.

La regla general es que las conductas o creencias se propagan entre la gente, como claramente sucede con las modas, con la probabilidad de que los individuos que la adopten se incremente con la proporción de quienes ya lo han hecho. Mientras más gente llegue a creer en algo, otros también se subirán al carro sin importar la evidencia subyacente.

Aplicación general en política

El efecto bandwagon ocurre durante la votación: algunas personas votan por aquellos candidatos o partidos que es probable que resulten ganadores (o que son proclamados como tales por los medios de comunicación), esperando estar en el lado ganador al final.

Varios estudios han puesto a prueba esta teoría del efecto bandwagon en la toma de decisiones políticas. Se ha comprobado que es dos veces más probable que los independientes voten por el candidato favorito cuando se espera que éste gane.

Aplicación en Campaña

En campañas electorales, el efecto bandwagon opera sobre la parte menos informada del electorado y con menores definiciones partidarias e ideológicas. Pero opera. Lo hace sobre un porcentaje a veces mayor y a veces menor del electorado. Pero opera. Por eso muchas campañas electorales buscan provocar ese «efecto bandwagon«.

Por ello es tan importante a veces para los partidos ir bien en las encuestas, para aparecer como potenciales ganadores y envolverse de ese «halo» de positivismo.

Aspectos psicológicos

El Efecto Bandwagon nos afirma que casi todo es una cuestión de números, mientras más personas asuman un comportamiento o una creencia, existirán mayores probabilidades de que otras personas se añadan a esta “nueva moda”. No obstante, no todo se reduce a los números, también es esencial la percepción de satisfacción, éxito o disfrute; evidentemente, si observamos que las personas no disfrutan u obtienen beneficios con sus creencias o comportamientos, difícilmente nos sumaremos a su modo de actuar.

Las personas que desean propiciar el Efecto Bandwagon saben que en primer lugar se debe estimular el sentido de pertenencia o el deseo de pertenencia. Muchas personas se suman a las modas porque pertenecen a determinado grupo social o porque desean incorporarse al mismo en aras de adquirir ciertos beneficios (que pueden ser económicos, relacionados con el éxito, el poder, el reconocimiento o simplemente para satisfacer necesidades en el orden afectivo).
Así, el primer paso para generar el Efecto Bandwagon se focaliza en hacer ver que determinado grupo de personas (generalmente un target muy específico) disfruta con el producto que se intenta promover (entendiéndose como producto ya sea una idea, un comportamiento o un objeto). Como podrán presuponer el Efecto Bandwagon resulta muy útil, particularmente a los políticos y a los publicistas.

Origen etimológico

El término bandwagon es un anglicismo que significa un carro que lleva una banda en un desfile, circo u otro espectáculo. La frase «Salta en el bandwagon» fue usada por primera vez en la política Americana allá en 1848 por Dan Rice, bufón personal de Abraham Lincoln. Utilizó un carro musical que debido a su éxito cada vez tenía más demanda de políticos para «subirse al carro». Años más tarde, los bandwagons eran pieza imprescindible de toda campaña electoral en Estados Unidos. Y se popularizó la frase «subirse al carro» para describir la actitud de quienes solo buscan asociarse con el éxito de otros más allá de sus propias convicciones.

Fuentes: Wikipedia, Rincón de la Psicología

1 comentario en “El efecto Bandwagon”

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